Tú miraste el carmín de las mañanas,
encendido en los pechos libertarios
de los hombres cargados de futuro!
Y viniste,
por los rumbos abiertos por la sangre,
en las noches oscuras
de mujeres sin hombres,
de los hijos del miedo,
de los viejos que estan de màs para tener
esperanzas.
Y viniste,
con tu sed adyacente, a sumergirte
altas olas
de la mar de ansiedad y de peligros.
Y viniste,
con la luz de la dádiva,
y caíste
en la tierra lejana que quisiste
tuya.
José-Augusto de Carvalho
22 de Dezembro de 2007.
Viana * Évora * Portugal
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