No te dieron el derecho de coger amapolas
en todos los caminos de tu tierra.
Para ellos,
el derecho que querias de vivir en paz
era el peligro de la luz sobre las tinieblas…
Ay, las tinieblas hijas de la muerte
y amantes de todos los asesinos!
Ya no llueve en Santiago!
El cielo ha secado todo su llanto!
Y los ecos de tus canciones se han perdido
en las alas heridas del cóndor
subyugado por los bandoleros.
José-Augusto de Carvalho
9 de Dezembro de 2007.
Viana * Évora * Portugal
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